
Verano de 1987. Adèle, una mujer recién divorciada, ha perdido la
autoestima tras la marcha de su marido. Su hijo Henry, un chico de 13
años, se esfuerza por ser el hombre de la casa y cuidar de su solitaria
madre en pleno torbellino de la adolescencia. Un día, conocen en un
supermercado a un hombre que les pide que lo alojen en su casa, pero
resulta ser un fugitivo en busca y captura. El interminable fin de
semana del "Labor Day" les marcará para el resto de sus vidas.